Grandes espejos en el salón, ¿a favor o en contra?
Los espejos en el salón o en otros espacios del hogar, además de funcionar como bonitos elementos decorativos, son un recurso muy utilizado para amplificar el espacio, como ya explicaba en este post. En este piso sueco de 61 m² los espejos se han utilizado de las dos formas, de modo decorativo con un gran florón impresionante en el salón, el cual queda genial, y revistiendo todo un armario, algo que no me gusta para nada. Partiendo del gran trabajo de interiorismo realizado en este apartamento, la verdad es que esos espejos no me cuadran.
No soy muy amiga de los grandes espejos en el salón o fuera de sus zonas habituales de uso, lo reconozco. En casa solo están en los sitios donde son necesarios, en el cuarto de baño, el vestidor y poco más y todos tienen una función práctica además de que me guste la estética de los marcos, tamaño, etc.
Nunca tendría un espejo gigantesco en el salón o la cocina, entiendo que amplían visualmente el espacio y son increíbles reflectores de la luz lo cual siempre es positivo, pero no se porqué tendría la sensación de estar en un probador todo el tiempo o peor en un gimnasio.
En este piso como veis, el gran armario con puertas de espejo duplica directamente el tamaño del salón, pero insisto estéticamente no se yo… mirando la distribución del piso, en el dormitorio no tienen armario y parece que este haga las veces de vestidor, pero aún así, ¿forrar todas las puertas de espejo teniendo ya uno en el dormitorio? ¿qué os parece a vosotros, qué pensáis del tema?
Vía: Mäklarhuset
